SOLTANDO LA LIANA
Un emprendedor resbala y cae de un precipicio. Al caer, logra agarrarse de la punta de una liana. Está colgado allí, a mil pies de la cima y a mil pies del suelo. Su situación parece ser tan irremediable, que mira a las nubes y por primera vez, decide orar.
Pregunta, ¿Hay alguien allá arriba?
Después de un largo silencio, una voz profunda habla desde el cielo:
¿Tú crees?
“si” responde el emprendedor.
“Entonces suelta la liana”, dice la voz.
El emprendedor pausa un momento, vuelve a ver hacia arriba y finalmente responde, ¿habrá alguien más allá arriba?
La mayoría de los dueños de negocios no logran llegar al siguiente nivel simplemente porque no están listos para soltar la liana.
Antes de iniciar, juguemos un poco. Realiza el quizz que se encuentra al final del contenido del curso